dilluns, 2 de novembre del 2009

He leído en una respuesta la siguiente afirmación (y cito textualmente:...

..."No obstante, déjenos que le avancemos que incorporar 200 nuevos empleados significa que los costes salariales se incrementan en un 6% (más de 5 millones de euros) y que esos costes son absolutamente inasumibles si no hay compensación con una reducción en otros costes salariales. "

Y yo pregunto: ¿por qué debemos asumir los conductores (por otro lado 'parte productiva' y 'pie' de TB) los gastos salariales que se originan? ¿Por qué no deducir los gastos salariales de la parte directiva de la empresa? ¿O de esos 290 cargos fuera de convenio? ¿O de la cantidad de dinero gastada en propaganda anti-trabajador, burofaxes amenazantes o revistas innecesarias?

Si TMB pretende vender un transporte público de primer mundo para Barcelona, las condiciones de sus trabajadores 'base' (y aquí incluyo además de los conductores, grupos como mecánicos, técnicos polivalentes, etc) deben ser apropiadas para que, en especial los que damos la cara en la calle, podamos disfrutar de una mínima calidad de vida, conciliación familiar (¿le llaman conciliación a imponernos un descanso en martes y otro en sábado?) y que todo esto repercuta en el servicio ofrecido.

Me siento muy orgulloso de llevar a la gente al trabajo, al cine o de paseo con sus hijos o amigos, y de llevarlos durmiendo o disfrutando del viaje en lo posible, y recibirles con una sonrisa o al menos no una mala cara, pero este conflicto, mi sistema de descansos (¿descansos?) y demás condiciones mínimas de dignidad laboral (díganme cuantos de ustedes no tienen tiempo para desayunar o merendar en su jornada, o un simple café caliente)están empezando a terminar con mis ganas de trabajar ofreciendo lo mejor de mí...

Así pues, y en mi modesta opinión, esta empresa tiene recursos suficientes para subvencionar el coste de las mejoras solicitadas e, incluso, mejorar la imagen de la empresa dentro de la ciudadanía, a fin de cuentas, los destinatarios del servicio de autobuses de Barcelona.

¿Creen que sería posible reducir los gastos necesarios para crear esos puestos de trabajo de 'áreas' menos productivas de la empresa?. Gracias, espero su respuesta.


La pregunta con la que usted acaba la larga consideración no tiene respuesta. Pero no porque sea complicada, sinó que a nuestro entender usted hace un planteamiento que no está bien fundamentado. Las mejoras de las condiciones laborales de un colectivo de trabajadores ha de ser progresiva y proporcional, y no puede estar fundamentada en una base superficial (el ahorro de los costes que supondría no hacer una revista, o el despedido de otros empleados que usted opina que no son tan productivos, por ejemplo) y menos aún tan poco ajustada en cuanto a las cantidades (rebajar de golpe, en un solo convenio, 300 horas de una jornada de 1690 representa un 17%; o incrementar en una nueva paga las 16 que usted tiene significa un aumento del 7,5%, solamente mencionando dos ejemplos de la extensísima demanda planteada en la plataforma de los sindicatos mayoritarios en el comité de empresa y que creemos que es a la que usted se refiere).

Es decir, la Dirección no tan solo ha accedido a incrementos muy importantes (acuerdo de los 25’) sinó que ha puesto sobre la mesa propuestas de acuerdo que daban perfectamente cobertura a afirmaciones suyas del tipo “las condiciones de sus trabajadores deben ser apropiadas,… con una mínima calidad de vida, …. con conciliación familiar…” pero la intransigencia de los representantes mayoritarios no ha permitido transformarlas en mejoras de las condiciones de TB que ya antes de las huelgas eran muy buenas en comparación con el sector nacional e internacional, y la todas luces legales.

Por tanto, hemos de decirle que no podremos incorporar a cientos de empleados nuevos para que realicen las horas de reducción de jornada de otros que van a mantener las retribuciones hasta ahora ligadas a unas jornadas y a unas condiciones que han exigido que desaparezcan.

Entendemos las mejoras progresivas pero no podemos hacer frente a la exigencia por la fuerza de una multiplicación de los ingresos por salario.